Los productos de limpieza que tenemos por casa suelen funcionar para limpiar casi cualquier superficie, por eso hoy os explicamos de qué forma podéis mantener el volante de vuestro coche limpio e higiénico.

Cuando surgió el coronavirus fue la primera vez que muchos se preocuparon la higiene de entorno. Zapatillas, pomo de la puerta, guantes.. y qué decir del volante del coche.

Tras tocar con la mano todo tipo de objetos, personas y animales, los conductores se dirigen a su coche para volver a casa. Y en ese momento cogen el volante. Día tras día. Esto se traduce en suciedad para asustar a cualquier virólogo.

Por este motivo, los expertos recomiendan que limpiemos el volante de nuestro coche al menos una vez a la semana, eliminado así no solo la suciedad evidente (marcas de comida, humo o sudor) sino la parte peligrosa que vive en ellos: los patógenos.

Para conseguir esto podemos tirar de elementos que tenemos en casa, que no son caros y que hacen un buen trabajo higienizando objetos. Vamos con las recomendaciones:

Un cubo con agua y un poco de jabón: Sin importar qué tipo de volante tengas, si mezclamos un poco de jabón con agua en un cubo podemos limpiar sin problemas cualquier superficie. Para ello coge un trapo limpio, no lo mojes mucho, sólo humedécelo, y ya te puedes poder a frotar con fuerza en el volante.

Sanitol: Este producto se usa en casa desde siempre y más desde que apareció el coronavirus. Se carga el 99,99€ de las bacterias y virus y no es abrasivo. Por eso si echamos un poco en un trapo podemos repasar nuestro volante sin miedo.

Toallitas de bebe: Es menos desinfectante, pero funciona genial a la hora de quitar manchas y eliminar restos de suciedad. Con dos o tres toallita el volante queda como nuevo y oliendo genial.

Crema de manos: Este consejo es para lo volantes de cuero, y se debe hacer después de haber limpiado el volante con agua y un poco de jabón. Una vez hecho esto esperamos a que se quede y aplicamos una ligera capa de crema de manos para hidratar el cuero, se queda como nuevo.

Es muy importante que recordéis que los productos no deben echarse sobre el volante directamente, sino que se deben verter primero en el trapo para que este empape y ya usarlo para limpiar. De lo contrario podemos estropear el volante sin querer.

Incluso para aquellos que temáis hacer daño a la delicada superficie de vuestro volante, siempre podéis usar un poco de agua y un trapo de microfibra, humedecerlo un poco, y pasarlo bien todas partes. De esta forma la suciedad más evidente se irá, si bien no quedará perfecto del todo.