Si vas a conducir, no debes beber nada de alcohol. Existen unos límites mínimos permitidos y si quieres saber cuáles son, te los dejamos aquí para que andes con mucho ojo estas fiestas.

Lo primero y más importante es que si bebes, no conduzcas. Hay muchos accidentes de tráfico causados por haber bebido, pensando que no pasa nada o que controlamos, pero se pierden capacidades al conducir incluso con una sola copa.

Aunque deberíamos cumplir esta regla, la ley permite un poco de alcohol en sangre a la hora de hacer controles de alcoholemia. 

Se trata de límites mínimos que podrían dar positivo con bebidas algo más fuertes, pero la cerveza suele tener una graduación baja y pensamos que podemos beber más sin problema. Desde Autobild nos recuerdan cuáles son los límites de alcohol y nosotros os los dejamos ordenados en la siguiente tabla:

Conductos normal Profesionales y noveles
Alcohol en sangre 0,5 g/l 0,3 g/l
Alcohol en aire aspirado 0,25 mg/l 0,15 mg/l

Solo 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre y 0,25 miligramos por litro de aire aspirado. Se reducen aún más para los profesionales, como taxistas y camioneros; y los conductores que se han sacado el carnet hace poco.

Ya que estamos, vamos a recordar que según la última modificación de la ley de tráfico, los menores no pueden tener nada de alcohol en sangre. Esta modificación se hizo pensando en los usuarios de patinetes.

¿Y cuánto alcohol tiene una cerveza?

Como pasarse de estos límites se considera delito, con sanciones que nos quitan dinero y puntos, tenemos que saber si por tomar un tercio de cerveza nos puede caer la multa.

La Guardia Civil hace tiempo se marcó un buen punto con un tuit que nos recordaba a cuánto equivale más o menos unas jarras de cerveza. La verdad es que es muy ilustrativo y ayuda mucho.

Por tanto, si eres una persona con más de 80 kilos de peso, tal vez puedas tomarte un par de jarras de cerveza. Lo mejor sería no tomarlas, porque entre otras cosas el alcohol nos puede afectar de una manera u otra en momentos diferentes.

Que hayamos comido, que hayamos ido al baño, que sea una cerveza de graduación más potente… Todo eso puede afectar directamente en el control de alcoholemia y pasarnos la décima necesaria para que se nos caiga el pelo. Si queremos estar seguros podemos tener un alcoholímetro propio, puede venir bien.

Lo más fácil es que si llevas las llaves del coche encima, ni siquiera te plantees beber alcohol. Un refresco, un té, un agua con gas o lo que quieras, pero por favor, si bebes no conduzcas.