La sonda Parker viaja ya camino del Sol. Camino de hacer historia.

Es el proyecto de la NASA más importante de los últimos años, porque tiene como objetivo estudiar la estrella que nos da la vida, pero al mismo tiempo, el astro que menos conocemos en nuestro Sistema Solar.

La sonda Parker va a convertirse en un hito por dos motivos: será la nave que más se acerque al Sol en toda nuestra historia, y también se convertirá en la nave que más rápido viajará por el espacio. Alcanzará los 690.000 Km/h, destrozando el anterior récord de 265.000 km/h de la sonda Juno, que viajó a Júpiter en 2016. Aquí puedes ver el momento del lanzamiento, la pasada madrugada:

La sonda Parker tiene como objetivo explorar la corona del Sol, la capa de plasma que lo rodea. Hay dos grandes misterios que tratará de resolver.

Por un lado, desconocemos por qué la temperatura externa del Sol es de unos 5.500 grados centígrados, y sin embargo la temperatura de la corona, que está en el espacio, varía entre 1 millón y 3 millones de grados.

Tampoco sabemos por qué las partículas cargadas que el Sol envía a la Tierra alcanzan velocidades de hasta 2,9 millones de Km/h, y sin embargo esas partículas apenas se mueven en la superficie solar. ¿Qué es lo que las lanza con semejante velocidad?

Aunque la NASA afirma que la sonda Parker tocará el Sol, en realidad lo máximo que se acercará será a 6,16 millones de Kilómetros. Pero eso es casi besar el Sol, teniendo en cuenta que se encuentra a casi 150 millones de Kilómetros de la Tierra.

Es lo máximo que podemos acercarnos con la tecnología actual. Pese a situarse a 6 millones de kilómetros, la sonda Parker soportará 500 veces más radiación solar que en la Tierra, y temperaturas de 1370 grados centígrados. Los instrumentos estarán protegidos por una capa de material carbónico aislante, de 11 centímetros de grosor. La sonda dará 24 vueltas alrededor del Sol.

La sonda Parker que viaja al Sol es la primera nave de la NASA de la historia cuyo nombre pertenece a una persona que aún está viva. Se llama así en homenaje a Eugene Parker, el científico de 91 años que en los años 50 descubrió los vientos solares.

Otra curiosidad es que en el interior de la sonda Parker hay una memoria con los nombres de 1.1 millones de personas que quisieron enviar un mensaje al Sol, en un concurso abierto por la NASA. Entre ellos, el mísmísimo capitán Kirk de Star Trek (William Shatner).