A la hora de llevar el teléfono móvil con nosotros hay ciertas partes del cuerpo en las que hay que evitar colocarlo si lo que queremos es que conservarlo.

Los teléfonos inteligentes se han convertido en nuestros grandes aliados a la hora de realizar infinitas tareas, de hecho, están con nosotros en prácticamente todo momento. Hemos adquirido ciertas costumbres a la hora de llevar estos dispositivos encima que no son todo lo correctas que deberían ser.

Y, es que, el precio de los dispositivos móviles ha aumentado a lo largo de los últimos años. Ahora muchos teléfonos tienen etiquetas de precio que alcanzan y superan la barrera de los mil euros. Esto hace que sean considerados casi objetos de valor para algunos individuos como, por ejemplo, ladrones.

Al tener tan asimilado que los teléfonos forman parte de nuestra vida muchas veces nos olvidamos de su valor y tendemos a apoyarlos en superficies como las mesas de las cafeterías o bares que frecuentamos. Esta situación resulta un imán para personas que son amigas de lo ajeno.

Eso sí, no es la única situación en la que pueden quitarte tu móvil sin que te enteres. La Guardia Civil ha publicado un tweet en el cual indica un lugar en el cual el teléfono puede desaparecer sin que seas consciente y, la verdad, es un sitio tan recurrente a la hora de dejar el dispositivo móvil que, incluso, sorprende.

El malware dirigido a dispositivos móviles no ha dejado de crecer, mientras los usuarios mantienen sus móviles sin protección. Además, los ataques ahora se están dirigiendo al Internet de las cosas, un sector con un nivel de seguridad muy bajo.

Hablamos del bolsillo trasero de los pantalones, este lugar está totalmente desprotegido y queda completamente expuesto a posibles carteristas. La recomendación por parte de la Guardia Civil es llevar el dispositivo en los bolsillos delanteros y, además, vigilar cada cierto tiempo que está en su lugar.

Además, en la actualidad es poco práctico llevar el teléfono móvil en el bolsillo trasero. Los dispositivos han crecido tanto que suelen sobresalir de este bolsillo, además de que hay riesgo de ser dañados si nos sentamos encima o si, por algún motivo, tenemos una caída y aterrizamos con la parte detrás del cuerpo.