Los coches eléctricos tienen muchas ventajas, aunque algunas de ellas son completamente inesperadas, como acaba de comprobar un estudio. Resulta que los conductores de este tipo de vehículos sienten mucho menos estrés que los que pilotan coches con motor de combustión.

El objetivo del estudio no era probar que los conductores de coches eléctricos son más felices, sino comprobar las posibles diferencias a nivel psicológico de pilotar un tipo de vehículo u otro. La sorpresa fue cuando los resultados fueron tan distinto según el tipo de motor del coche.

Para tomar los datos se realizaron electroencefalogramas a taxistas londinenses mientras conducían, consiguiendo así medir su actividad cerebral de forma permanente a lo largo de sus jornadas de trabajo.

De forma curiosa, los investigadores han notado que aquellos que pilotan coches eléctricos sienten menos estrés, sobre todo cuando están parados en semáforos. Es un fenómeno que no tiene aún una explicación exacta, pero al que ya se aventuran a dar posible explicaciones.

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Menos ruido, menos contaminación y menos gasto

Si una de las ventajas de conducir un coche eléctrico es ser más feliz, muchos pensarán que quizás merece la pena hacerse con uno bien pronto, pero ¿cuál es la explicación?

Los expertos que han elaborado esta investigación apuntan claramente al ruido como culpable parcial del estrés al volante. Al ser un vehículo sin motor a combustión, hay mucho menos ruido en su interior y por lo tanto te puedes concentrar mejor en pilotar y en mantener la calma.

Además, puede que haya mucha más psicología para explicarlo. Por ejemplo, el saber que estás consumiendo menos energía y por lo tanto gastando menos dinero también puede influir. Quizás por eso el estrés se reduce notablemente cuando estás parado, ya que un coche eléctrico apenas consume energía en reposo.