Seguro que tú también lo has visto alguna vez por la calle: deportistas que llevan unas cintas de colores sobre la piel. Algunos las llevan en las piernas, otros en los brazos y otros tantos incluso en la espalda o en el cuello.

Pero, ¿qué son y para qué sirven? Son Kinesiotape o cintas de kinesio y tienen más de 30 años de antigüedad, aunque en los últimos tiempos se han hecho muy populares.

Según la web oficial de este tratamiento, sirven para “aliviar el malestar y facilitar el drenaje linfático levantando microscópicamente la piel. Pueden ser aplicadas sobre los músculos para reducir el dolor y la inflamación, relajar los músculos usados en exceso o cansados, y los músculos que sirven de apoyo hasta 24 horas al día”.

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Como sucede con muchas terapias de este tipo, las cintas de kinesio prometen ayudar en mil dolencias: desde dolores de cabeza hasta molestias en la espinilla.

Pero, ¿realmente funcionan? La mayoría de los estudios analizados llegan a una conclusión: las cintas de colores son mejor que no hacer nada, pero su efecto es limitado.

Sin embargo, la terapia de Kinesiotape puede ser útil en un deportista de élite ya que, aunque su efecto sea mínimo, ganar o perder una prueba de este nivel puede depender de unas décimas de segundo. Además, también influye el factor psicológico o placebo que tienen estas cintas en los deportistas.