El coche eléctrico se enfrenta a muchos retos. El peso de los coches actuales juega en contra de la eficiencia que se busca conseguir con los vehículos alimentados únicamente por una batería, y los fabricantes están tratando de conseguir reducirlo a cualquier precio. A menor peso, más autonomía se consigue con la misma capacidad de batería.

El anuncio que hizo Brigdestone hace muchos años sobre las ruedas “airless” (sin aire) despertó el interés de todo el sector del motor ya que podía cambiar de manera importante la forma en que los ingenieros diseñan los coches eléctricos actualmente. Desde entonces se ha trabajado mucho al respecto, y fabricantes como Toyota han llegado incluso a desarrollar prototipos de vehículos eléctricos basados en ruedas sin aire.

Un menor peso, eliminación del riesgo de sufrir un pinchazo en carretera, una menor resistencia durante la rodadura… las ventajas de las ruedas sin aire en el coche eléctrico se presentan en bandeja, y ahora solamente falta ver qué fabricante del mundo del motor será el primero en atreverse a dar el paso de integrar esta tecnología en sus coches. Veamos en qué estado se encuentra ahora mismo esta innovación tecnológica.

Toyota Fine-Comfort RideEl concepto de coche con ruedas sin aire que Toyota presentó a finales del 2017 en el Tokyo Motor Show

Fue realmente Toyota la que, a finales del año pasado, volvió a poner todos los focos de la industria del automóvil en las ruedas sin aire al presentar el Fine-Comfort Ride, un concepto de un coche -en este caso no eléctrico, sino alimentado por una pila de combustible- que presentaba la peculiaridad de que sus neumáticos no necesitaban aire para cumplir su función de mantener el vehículo sobre el asfalto.

Desde entonces esta tecnología no ha llegado a salir de los laboratorios -salvo una excepción de la que hablaremos más adelante-. Parece que por ahora son solamente organismos como la NASA los que están interesados en trabajar en ruedas que, entre otras cosas, no se pinchan nunca. Pero eso no quiere decir que de aquí a unos años no empecemos a ver coches eléctricos con ruedas sin aire.

Ventajas de las ruedas sin aire para coches eléctricos

Ruedas sin aire
  • No se pinchan los neumáticos: en demasiadas ocasiones tenemos pinchazos o fugas pero con este tipo de tecnología ya no nos vamos a preocupar por ello nunca más. Debes pensar que una rueda sin aire no puede pincharse.
  • No necesitarás un neumático de repuesto: siempre se han utilizado para intercambiar una rueda pinchada pero gracias al punto anterior vamos a ganar espacio en el maletero. También se le resta este peso al total del vehículo, así que vas a ahorrar en la autonomía que tu coche eléctrico va a alcanzar.
  • Reducción de las emisiones CO2: un porcentaje relevante sobre la perdida de energía procede del propio movimiento de los neumáticos, de esta manera, se va a reducir la resistencia generada por este motivo y va a ayudar a consumir menos y por lo tanto, a contaminar en menor medida.
  • Reutilizar neumáticos: gracias a esta tecnología no se van a tirar millones de ruedas cada año, con los mismos materiales se van a crear de nuevo otros para ser utilizados en otros vehículos sin problema.

La historia del coche eléctrico

Según un estudio de Global Market Insights, el mercado de las ruedas sin aire llegará a mover 200 millones de dólares en 2024. Se espera que para esa fecha se alcancen millones de unidades vendidas y una amplia demanda procedente sobre todo de camiones y vehículos todoterreno.

Sin ir más lejos, Michelin ha preparado sus “Airless Tweel”; Bridgestone -como hemos comentado al principio- ya tiene pensado vender ruedas sin aire para el 2019; y Toyota está planteando la posibilidad de instalarlos en sus coches eléctricos para reducir el peso total de sus vehículos. Por otro lado, Hankook ya ha completado las pruebas de su nueva llanta “Airless iFlex” fabricada con materiales reciclados y ecológicos.

Siguiendo por esta línea, el plástico va a ser el material más utilizado con un porcentaje aproximado del 65%. Tiene ciertas ventajas sobre el caucho, como el reciclaje o el peso inferior, por lo que su rentabilidad es mejor para los fabricantes.

Según los primeros análisis se prevé una reducción final del peso de un 30% comparándolos con los actuales lo que podría provocar un incremento en la autonomía de los coches eléctricos. Dicha fecha no pretende ser inferior al 2025 pero varias compañías como Toyota están trabajando en ello para implementarlos lo antes posible.

El ingeniero jefe de Toyota –Takao Sato- explicó en su momento que “estos neumáticos están formados por una banda de goma que rodea las llantas, la idea es que algún día podrán compensar el peso de los motores. Nos vamos a centrar sobre todo en los coches eléctricos”.

Pero como os decíamos al comienzo, no todo es mirar hacia el futuro: Polaris es a día de hoy la única compañía del mundo que distribuye de forma comercial vehículos con ruedas sin aire, y se trata de modelos todoterreno de campo pensados para pasar por cualquier superficie sin el riesgo de sufrir un pinchazo. Ahora solamente falta que esta tecnología llegue al coche eléctrico.