Una nueva filtración parece apuntar de forma certera hacia un futuro no muy satisfactorio para los iPhone 6s y los iPhone SE que se lanzaron en 2016. Según dicen los rumores, estos dos terminales no podrían actualizar a iOS 15.
Si hacemos un ejercicio de memoria, recordaremos que el iPhone 6s y 6s Plus se lanzaron en septiembre de 2015 y el iPhone SE en 2016. Pero todos disfrutan ahora de iOS 14, lo que no podrán será disfrutar de iOS 15 porque ya no serán compatibles.
Este hecho no nos debe sorprender. Estos móviles tienen 5 años de vida, lo raro es que funcionen todavía, cosa que con Android sería impensable, casi.
Lo que tienen en común estos 3 terminales es el chip A9 que montan, nada que ver con el Chip A14 Bionc de la generación más actual de iPhone como son el iPhone 12 y el iPhone 12 Pro, entre otros.
Los podemos seguir usando como móviles secundario para instalar por ejemplo las aplicaciones de domótica y manejarlo desde móvil y así no ocupar espacio en nuestro móvil nuevo. También lo podríamos usar como webcam improvisada para videollamadas, para ponerle algún juego a nuestro hijo o para que nuestro gato se entretenga cazando peces.
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El nuevo iPhone 12 Pro tiene 2 cámaras de 12 megapíxeles, pantalla Super Retina XDR de 6,1 pulgadas Ceramic Shield, conexión 5G y el nuevo procesador A14 Bionic.
Con respecto a la generación siguiente, los iPhone 7 y 7 Plus con Chip A10 sí podrán actualizar a IOS 15, así como el iPods de séptima generación. Los iPads equipados con chips A8, A8X y A9 tampoco actualizarán. En otras palabras, las tablets de Apple que quizás no sean compatibles con iOS 15 son: iPad mini 4 de 2015, iPad Air 2 de 2014 y el iPad 5 de 2017.
Como decimos, son solo rumores, pero no es la primera vez que surgen, así que algo de razón tendrán. Además, no nos debería de extrañar, por los motivos que hemos dicho. Son muchos terminales los que Apple tiene en el mercado y que iOS 15 se haga compatible con los más antiguos es cada vez una tarea más complicada, así que, en lugar de ser un paso importante, es un lastre en la evolución del sistema y de los modelos.