Apple y Amazon no han perdido el tiempo: las dos compañías acaban de publicar comunicados en los que no sólo niegan haber sido hackeadas por microchips de origen chino, sino que atacan en los términos más duros posibles al origen de esta información, que califican como inexacta en su práctica totalidad.

Según publicó Bloomberg ayer mismo, estas dos compañías y algunas más habrían sido infiltradas por los servicios de espionaje chinos. Con microchips minúsculos del tamaño de un grano de arroz, China habría tenido acceso a información confidencial y secretos industriales, además de amenazar los servidores de ambas compañías.

Ahora tanto Apple como Amazon han criticado a Bloomberg por una información que niegan ahora y negaron en el pasado, señalando un gran número de inexactitudes que según ellos dejan claro que el medio no ha sido todo lo diligente que cabría desear a la hora de investigar qué ha pasado.

Sea cierto o no lo que ambas empresa dicen, la verdad es que la polémica está servida. Evidentemente la fuente de la información, Bloomberg Newsweek, es un medio de comunicación de contrastada solvencia que cita como fuente original a empleados de la administración Obama y también de la era Trump.

Según señalan, las dos compañías habrían hecho saber al FBI dicho hackeo y el origen del mismo, la empresa fabricante de placas base Super Micro. Ahora Apple dice que jamás ocurrió tal cosa y que quizás se confunden con un suceso de 2015, cuando sí detectaron un dispositivo infectado de SuperMicro pero que se solucionó sin mayores problemas.

Pero lo más duro de todo es el tono de la respuesta de Apple y de Amazon Web Services al asunto. Según la primera de ellas «nunca se han encontrado chips maliciosos, manipulaciones de hardware o vulnerabilidades colocadas a propósito en ningún servidor. Nunca hemos contactado con el FBI o alguna otra agencia acerca de tal incidente. No estamos al tanto de ninguna investigación con el FBI ni lo están nuestros contactos con las autoridades».

Por su parte Amazon no se queda atrás, y afirma que «ni ahora ni en el pasado hemos encontrado problemas relacionados con hardware modificado o chips maliciosos en las placas base de SuperMicro o en servidores de Elemental o Amazon. No estamos inmersos en investigación alguna con el gobierno. Hay tantas inexactitudes en este artículo que resulta difícil señalarlas todas».

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Ya veremos en que queda este rifirrafe y si hay acciones legales contra Bloomberg, que de momento insiste en la veracidad de la información.

Por otra parte, si la amenaza es tan profunda y señalada como su artículo señala, parece poco probable que las autoridades y compañías afectadas la vayan a admitir abiertamente, al menos por ahora, y es que puede que las consecuencias de dicho ataque aún coleen y estén muy vivas. Incluso es posible que aún haya chips en otras empresas y servidores.