La popularización de las redes sociales no solo ha afectado a nuestra forma de comunicarnos y comportarnos, sino que también está teniendo una respuesta biológica. Estudios científicos revelan que el uso de estos canales de comunicación está produciendo cambios en nuestro cerebro, y a continuación te vamos a contar cuáles algunos de los más notables.

Una de las formas en las que las redes sociales están cambiando tu cerebro es produciendo daños en la materia blanca. ¿Cuántas veces has empezado a ver vídeos en YouTube o Instagram y has perdido la noción del tiempo? No eres el único: entre el 5 y el 10% de los usuarios son incapaces de controlar el tiempo que pasan conectados a Internet.

Aunque se trata de una adicción psicológica y tiene muchas diferencias con las adicciones físicas a las sustancias, los escáneres cerebrales de las personas con este problema muestran un deterioro similar en las mismas zonas que los drogodependientes. En concreto, se aprecia una clara degradación de la materia blanca en las regiones que controlan el procesamiento emocional, la atención y la toma de decisiones. Esto es debido a que las redes sociales ofrecen una recompensa inmediata con muy poco esfuerzo, lo que hace que el cerebro se reestructure para desear cada vez más cantidad de este estímulo.

Así afecta a tu cerebro estar recibiendo notificaciones en el móvil todo el día

Otro de los cambios que las redes sociales producen en el cerebro lo observamos en la multitarea. A diferencia de lo que a priori podemos pensar, las personas que más utilizan Internet o los medios de comunicación sociales no son más eficientes a la hora de realizar varias tareas a la vez. Diversos estudios muestran que el aumento de la multitarea online reduce la capacidad del cerebro para filtrar las interferencias, y en ocasiones también puede dificultar la memoria.

En tercer lugar, otra prueba que revela que la tecnología está contribuyendo a reestructurar nuestro sistema nervioso es el conocido como síndrome de la vibración fantasma. Seguro que alguna vez has tenido la sensación de que te vibraba el móvil pero en realidad solo eran imaginaciones tuyas. Pues no eres el único: el 89% de los participantes en un estudio admitió haber padecido el síndrome de la vibración fantasma al menos una vez cada dos semanas, lo que pone de manifiesto que nuestro cerebro está experimentando cambios por el uso del smartphone.

Por otra parte, las redes sociales provocan una liberación de dopamina, un neurotransmisor que tiene muchas funciones en el cerebro pero que es conocido principalmente por su papel en las sensaciones placenteras. Mediante el uso de imágenes por resonancia magnética, diversos estudios científicos han comprobado que los focos de recompensa del cerebro se activan más cuando hablamos de nosotros mismos. En una conversación cara a cara tenemos entre un 30 y un 40% de posibilidades de hablar de nuestras propias experiencias, mientras que en las redes sociales el porcentaje se eleva al 80%, por lo que el uso de redes sociales nos resulta más placentero.