Nuevo caso de polémica en videojuegos. We Happy Few, un juego que lleva varios años en desarrollo, podría no salir en Australia debido a las estrictas leyes de clasificación por edades que impide que ciertos juegos con temáticas adultas lleguen a ver la luz.

Australia es un país conocido por ser muy estricto con productos culturales, sobre todo con videojuegos. El uso de drogas, sexo y violencia explícita es motivo para impedir que algunos títulos salgan al mercado. GTA V es uno de los casos más famosos, pero hay otros, como Saints Row IV, que engrosan la lista de juegos prohibidos en Australia.

We Happy Few es un juego que reúne todas las características »prohibidas» en Australia. Estamos ante un juego cuya premisa es que la población, tras un desastre nuclear, se atiborra a pastillas »Joy» para distorsionar su visión de la realidad.

Imaginad lo importante que es el uso de estas pastillas que ha protagonizado vídeos promocionales como este:

Cuando los personajes de We Happy Few toman la pastilla, ven el mundo de color de rosa. Cuando no, ven la siniestra realidad. Pocos juegos más hay que sean tan explícitos a la hora de presentar las drogas, pero parece que el juego también tendrá escenas sexuales, además de violencia explícita.

El sexo es malo, la violencia es buena

Esto es algo de lo que hablamos ayer en un reportaje en el que expusimos la dualidad de la industria del videojuego a la hora de tratar la violencia y el sexo. Se permite mucho más la violencia explícita que el sexo en pantalla, y We Happy Few vuelve a demostrarlo.

El organismo australiano de clasificación por edades ha declarado que la mecánica de toma de drogas para conseguir incentivos no está permitido. Literalmente, el organismo ha compartido lo siguiente:

»Cualquier tipo de sexo en pantalla, drogas que causen adicción, crimen, crueldad o violencia o fenómenos repugnantes están prohibidos».

We Happy Few cumple con varios de estos temas, por no decir todos. El estudio ya está cursando diferentes medidas para que el juego salga en dicho territorio, pero lo tienen complicando siendo el uso de drogas y la violencia algo fundamental para tratar los temas que se exponen aquí.

De hecho, una de las defensas del estudio es la de que las drogas no se utilizan como elemento recreativo, sino como una mecánica para hacer avanzar la trama. Veremos qué pasa, pero hay juegos, como Hotline Miami 2 que nunca se adaptaron a Australia.

El problema de Kickstarter

Uno de los problemas de esta prohibición, además del hecho de la misma, claro está, es que We Happy Few fue un juego que se financió vía Kickstarter. Hubo usuarios australianos que confiaron en Compulsion Games y depositaron su dinero en Kickstarter para comprar el juego.

Si el título no llega a salir en dicho territorio, no podrán obtener aquello por lo que ya pagaron, lo que significa que Compulsion tendrá que compensar de alguna forma. Este escenario es algo que ya se han planteado. Como decimos, habrá que esperar a la posible adaptación del juego, aunque es un escenario complicado.