Ingenieros de Stanford ha logrado crear unos sensores para dar a las manos robóticas un sentido del tacto lo suficientemente sensible como para manejar una baya sin aplastarla, tal como haría un humano.

Han sido los ingenieros de Stanford los que han logrado desarrollar un guante electrónico que pueda ofrecer a los robots un sentido del tacto casi como si fuera humano. Este invento utiliza sensores avanzados que pueden permitir a una mano robótica manejar objetos tan delicados como una baya o un huevo.

Uno de los creadores del proyecto, Zhenan Bao, ha señalado que «esta tecnología nos pone en camino algún día para que los robots tengan el tipo de capacidades de detección que se encuentran en la piel humana«.

Para ello, este proyecto imita la forma en que las capas de piel humana trabajan juntas y lo han trasladado a un guante mecánico. Para ello el equipo basa este mecanismo en el espinosum, una subcapa irregular de la piel humana que trabaja con la capa externa para detectar la presión, el calor y otros estímulos relacionados con el tacto.

Esta capacidad única es la que permite a los seres humanos sostener las cosas con suficiente firmeza, para no dejarlas caer, pero con la suficiente suavidad para no destruirlas. Para ello los científicos crearon sensores hechos de tres capas flexibles que consisten en secciones superior e inferior eléctricamente activas complementadas por un aislante, en el centro.

Después colocaron estos sensores en un guante de goma creando unos dedos robóticos. Estos dedos funcionan al apretar los electrodos de las capas superiores, aumentando así la energía almacenada.

Una tecnología de este calibre podría tener multitud de usos, pero en lo que respecta a producción los robots serían capaces de manejar objetos o alimentos tan sensibles como un huevo en las fábricas, para poder hacer el trabajo más rápido que un ser humano. También podrían los robots ayudar en ciertas intervenciones quirúrgicas.