Prácticamente desde que existen Internet y la World Wide Web (WWW), existen las URL. Es la forma de acceder a cualquier página web por defecto, la dirección a través de la cual conectas con la página, aunque según Google dista mucho de ser la solución ideal.

Así lo indican los planes de la compañía, que quiere jubilar este método de conexión. Sí, Google quiere acabar con las URL a medio plazo, pero aún no saben muy bien cómo lo van a hacer.

Los motivos para hacerlo sí están bastante claros: actualmente una URL dista mucho de ser fiable, ya que se pueden introducir redirecciones y acortadores para que el usuario nunca sepa exactamente a qué página se está dirigiendo, terreno abonado para el phishing y la ciberdelincuencia.

La idea, según informa Wired, es introducir un nuevo método para direccionar desde el navegador hasta una web concreta, uno que sea más claro y explícito. Así los usuarios sabrían en todo momento quién está detrás de la página a la que están entrando.

Una vez que den con la clave, seguramente a Google no le cueste mucho retirar las URL como método estándar. Pueden usar una palanca muy poderosa que tienen a su disposición: Chrome, con diferencia el navegador más popular del mundo.

Sin ir más lejos, utilizando Chrome como motor de cambio han conseguido que prácticamente todas las webs se pasen al protocolo HTTPS, mucho más seguro que el HTTP que se usaba anteriormente.

Google tiene ya 20 años, dos décadas que han cambiado para siempre el mundo

Bajo la amenaza de mostrar sus webs como potencialmente inseguras, los administradores no han tenido más remedio que hacer el cambio. Casi con total seguridad es la forma que tomará la transición hacia el Internet post-URL.

¿Tendremos noticias pronto? Probablemente pasarán meses o años hasta que consigan desarrollar una alternativa, y una vez que la tengan habrá que establecer planes con plazos para que las webs se adapten, pero llegará.