Loewe es una marca con una larga trayectoria en el diseño y fabricación de televisores de alta gama, y en este 2021 ha dado un paso más allá presentando la nueva gama de televisores OLED Bild i.

La marca alemana se caracteriza por fabricar televisores de alta gama en los que el diseño toma un papel protagonista, por lo que las expectativas frente al Loewe Bild i.55 DR+ que vamos a analizar son muy altas.

Los 2.999 euros que cuesta este modelo de 55 pulgadas ya nos indica que este televisor OLED no es para todo el mundo. ¿Estarán sus prestaciones a la altura de las exigencias por ese precio? Analizamos el TV OLED Loewe Bild i.55 DR+ y te damos nuestra opinión.

Loewe Bild i.55 DR+
Dimensiones 1236 x 744 x 64 mm (sin peana) | 1236 x 759 x 290 mm (con peana)
Peso 28,6 kg (con peana) / 22,9 kg (sin peana)
Tipo y tamaño de pantalla OLED | 55 pulgadas 4K (3840 x 2160 píxeles) | 10 bits
Procesador de imagen procesador NT7
Sistema operativo Loewe OS7 con plataforma Smart TV VIDAA
Formatos HDR HDR Dolby Vision, HDR 10, HLG
Control por voz Alexa desde el mando a distancia
Sonido Sistema con 2 canales de 20W (40W RMS)
Conexiones 4 x HDMI 2.0 | 4 x USB 2.0 | LAN | Salida óptica digital | CI | Coaxial TDT | Satélite| WiFi 5 (802.11ac) | Bluetooth 5
Precio 2.999 euros

Resumen del análisis del Loewe Bild i.55 DR+ de 55” por apartados:

Todo lujo de detalles para un televisor que transmite exclusividad hasta en su mando a distancia

Una de las señas de identidad de Loewe como marca es la calidad de los acabados de sus productos y el diseño vanguardista. Esta esencia también está presente en el Bild i.55 y lo demuestra utilizando unos materiales poco habituales en un televisor.

La propia naturaleza de los televisores OLED, con sus delgadísimas pantallas y perfiles imposibles, ayuda a obtener un diseño llamativo, pero no se puede negar la buena mano de Loewe para lograr un televisor con aspecto vanguardista que deja unas dimensiones de 1236 x 744 mm con un grosor total de 64 mm y un peso de 22,9 Kg.

El Bild i.55 muestra un frontal limpio en el que la pantalla ocupa todo el espacio con un estrecho marco que protege el panel añadiendo en uno de sus laterales un espacio para el nombre de la marca en forma de una curiosa etiqueta metálica.

En el centro de la parte inferior se descuelga la pequeña pantalla de estado circular que ya se ha convertido en marca de la casa.

Si nos vamos a la trasera encontramos que toda la electrónica queda oculta tras una carcasa de perfil redondeado recubierta con una tela gris. Este es un acabado muy poco habitual, pero le da un toque de exclusividad que se alinea perfectamente con el espíritu de la marca.

El televisor se sustenta con una base rectangular plana, metálica y muy sólida que viene separada del mástil que soporta el peso del televisor, pero basta usar los ocho tornillos suministrados para montar el conjunto en un par de minutos y dejarla instalada sobre el mueble.

Esta peana permite girar el televisor para verlo desde distintos puntos del salón, algo que nos ha resultado especialmente útil a pesar de que los ángulos de visión de su pantalla OLED son excelentes.

El propio soporte de la trasera actúa como conducto para la gestión de cables llevándolos desde los conectores a la parte baja del televisor para disimularlos tras el mueble.

Las conexiones se concentran en el lado derecho de la trasera, pero unas quedan ocultas y otras accesibles desde el lateral.

Entre las que quedan ocultas encontramos tres puertos HDMI 2.0, 2 conectores USB 2.0, puerto Ethernet, salida óptica digital, tarjeta CI, conector coaxial para TDT y satélite. Tampoco faltan conexiones inalámbricas con WiFi 5 (802.11ac) y Bluetooth 5.

En un hueco orientado hacia el lateral derecho encontramos un puerto HDMI y dos USB 3.0. Con esto se mejora el acceso puntual a estos puertos sin tener que desmontar las tapas que cubren la trasera.

Todos estos conectores quedan perfectamente ocultos tras dos tapas imantadas que cubren la parte central de la trasera, dejando un televisor muy bien rematado cuya trasera no necesita esconderse.

Nos ha sorprendido no encontrar ningún botón o control físico en el televisor, por lo que toda la operativa queda en manos de su mando a distancia. Un mando que, por cierto, transmite la misma experiencia Premium que el televisor.

El mando tiene una longitud considerable y está fabricado en plástico de buena calidad con acabado plateado, salvo en el extremo superior que introduce una franja de color negro que separa los controles de encendido, botón de micrófono para los comandos de voz y selector de modos de imagen y sonido.

Más abajo los botones de los canales y para la navegación por la interfaz del televisor que finalizan con un pad circular a modo de cruceta con acabado transparente y los botones de colores de función variable.

Ya en la parte inferior encontramos los botones acceso directo a las plataformas de contenido en streaming entre las que se encuentran Netflix, Prime Video, Rakuten TV y YouTube. Tampoco falta el servicio de música en streaming Deezer y un botón de acceso directo al reproductor de contenido externo integrado en el televisor.

Un OLED que da la talla con muy buena calidad

El Loewe Bild i.55 es el primer modelo de la marca alemana que ha pasado por nuestra mesa de pruebas por lo que no contábamos con referencias previas en lo que a calidad de imagen se refiere.

En este sentido, debo decir que ha sido toda una sorpresa por la buena calidad que entrega su panel OLED de 55 pulgadas fabricado por LG Display y una resolución 4K (3840 x 2160 píxeles). La pantalla muestra muy buen equilibrio de color desde el primer momento gracias a una profundidad de 10 bits.

El calibrado de color es muy dependiente de los perfiles de imagen y se adapta bien a las exigencias de cada tipo de contenido. Tiene desde perfiles más todoterreno, como el Automático, o más específicos como Deporte o Dinámico.

Loewe ha puesto un interés especial en el contenido cinematográfico con dos perfiles de imagen específicos para cine para estancias iluminadas con Días de cine, o más tenue con Noche de cine. Estos mismos perfiles también están disponibles cuando se reproduce contenido HDR Dolby Vision.

Creemos que el perfil para habitaciones iluminadas es el más acertado de origen ya que mantiene las luces altas y levanta mejor el detalle en las zonas oscuras manteniendo la profundidad de los negros propios del OLED. Por otro lado, el perfil de cine más tenue muestra cierta tendencia al verde en las pieles, siendo menos evidente en el modo Día de cine.

El procesador NT7 hace un buen trabajo con el escalado de contenidos desde resoluciones inferiores mostrando una imagen bastante limpia de artefactos, pero conviene afinar la configuración a la hora de gestionar el movimiento en escenas de acción.

En términos generales, Bild i.55 ofrece muy buenos niveles de brillo y un buen control del mismo que lo sitúan a niveles de los modelos más top del mercado, por lo que ha sido una grata sorpresa en cuanto a calidad de imagen.

Loewe no se ha olvidado de los jugadores y, pese a no contar con ningún puerto HDMI 2.1 para exprimir al máximo la capacidad gráfica de las nuevas consolas, sí ha integrados algunas funciones de este estándar.

La resolución para los juegos quedará limitada a 4K y 60 fps en lugar de los 120 fps que permite el HDMI 2.1, pero añade el canal de sonido eARC, un modo de baja latencia automático ALLM (Auto Low Latency Mode) y un VRR (Variable Refresh Rate) limitado a 60 Hz.

Al activar el modo Juego, el televisor baja la latencia hasta los 44 ms, algo alta para los valores que se están dando en televisores de categorías similares, pero suficiente para jugar con cierta comodidad.

Plataforma de Smart TV ágil, pero con ausencias importantes

En el apartado de la plataforma de Smart TV el Loewe Bild i.55 viene con un invitado inesperado ya que utiliza VIDAA U, el sistema que también gestiona la conectividad de los televisores de Hisense.

Este sistema presenta la información de forma clara mostrando el contenido destacado de las apps instaladas en el televisor facilitando la elección del contenido sin tener que entrar en cada una de las aplicaciones.

Integra un SoC ARM Quad Core Novatek NT72671D a una frecuencia de 1,1 GHz que ofrece una navegación fluida por los menús de configuración y estos están bien organizados, por lo que la experiencia de uso es buena.

Loewe también comparte a tienda de aplicaciones de Hisense y este es uno de los puntos débiles que la marca alemana debería mejorar en el futuro. Hemos echado de menos la presencia de algunas aplicaciones imprescindibles como Disney+, HBO Max o Apple TV. Algunas de ellas podrían llegar en breve pero, por el momento, no están.

Un aspecto muy positivo de este Loewe Bild i.55 es la funcionalidad DR+ a la que hace referencia en su nombre completo.

Se trata de un disco duro integrado de 1 TB que permite grabar el contenido que no puedes ver en el momento. Eso sí, al tener solo un sintonizador de TDT, no puede utilizarse para grabar un programa mientras ves otro.

La integración con otros dispositivos del hogar conectado o del salón es cada vez más importante. El Loewe Bild i.55 está bastante limitado en ese aspecto y no permite controlar otros dispositivos como decodificadores de televisión, reproductores y otros dispositivos desde su mando a distancia.

Su apuesta más solida es contar con la integración del asistente por voz Alexa de Amazon, pero no ofrece soporte para otros protocolos como AirPlay 2 de Apple o la integración con otros ecosistemas del hogar conectado como el Asistente de Google o HomeKit.

El punto más débil es un sonido poco convincente

Sin duda alguna, el punto débil más evidente de este televisor lo encontramos en el apartado del sonido, al menos con el sonido que viene integrado en el propio televisor.

Aunque el Bild i.55 cuenta con soporte para Dolby Atmos, ninguno de los siete perfiles de sonido que se ofrecen en sus menús de configuración consigue mejorar una experiencia sonora bastante floja.

El sonido recae sobre una pareja de altavoces de 20 W cada uno situados en la trasera del televisor. Esto hace que el sonido quede condicionado a la posición del televisor y su entorno, por lo que el audio puede llegar distorsionado al espectador.

En mi caso, he tenido la sensación de que los efectos especiales y la música quedaban siempre muy por encima de los diálogos, lo que proporcionaba una mala experiencia de visualización. Esto tampoco jugaba a favor de una experiencia de sonido inmersiva.

Un televisor que transmite calidad, pero no es para todos los bolsillos

Llegamos al final de este análisis del Loewe Bild i.55 DR+, un televisor que nos ha dejado una sensación un tanto agridulce en el apartado del sonido pero que, en general, transmite calidad por sus cuatro costados.

Lo que más llama la atención es, sin duda alguna, su elegante diseño, con la tela como protagonista en la trasera y unas líneas esbeltas y vanguardistas.

La pantalla ha sido la gran sorpresa ofreciendo una calidad de imagen realmente buena y con un brillo muy consistente y bien gestionado en los contenidos HDR, así como un sistema operativo fluido.

Como decimos, la peor parte se la lleva el apartado del sonido y la conectividad. El sonido integrado no está a la altura del resto de elementos del televisor.

Loewe Bild i.55 DR+ es el nuevo televisor OLED de la marca alemana que apuesta por la exclusividad en el diseño con materiales muy premium y una calidad de imagen sorprendente.

La alternativa es añadir la barra de sonido Loewe Klang Bild i que se adapta como un guante a la parte trasera añadiendo 80 W de sonido frontal, pero supone un desembolso adicional de 299 euros en una factura ya de por sí abultada.

Con un precio de venta de 2.999 euros es más que evidente que no es un televisor para todos los bolsillos. Su calidad de imagen y acabados podrían sustentar el manido argumento de “la calidad se paga” pero el bajo rendimiento del apartado del sonido desmonta todo el relato.