Habías puesto el despertador a las 7:00, pero te has despertado a las 8:30 y lo no has oído. O quizá lo has apagado, y no te acuerdas. ¿Qué está pasando?

A nadie le gusta levantarse cuando suena el despertador. Pero hay una diferencia entre despertarse con energía, o no tener fuerzas ni para apagar la alarma.

Levantarse tremendamente cansado por la mañana, o incluso no oír el despertador, o apagarlo sin que te acuerdes, está relacionado con trastornos del sueño, tal como explican en Greatist.

En muchos casos son trastornos pasajeros, y se pueden corregir. Pero hay que tener cuidado porque podría estar relacionado con factores como la depresión, o una mala gestión del descanso.

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La primera causa que produce este problema, es una falta crónica de sueño. Según Guy Meadows, fundador de la Escuela del Sueño, cada persona necesita dormir entre 7 y 9 horas al día.

Si dormimos menos puede que no nos afecte a corto plazo, pero con el paso del tiempo el cuerpo reclama esas horas perdidas, y puede hacer que nos sintamos mucho más cansados al despertarnos, o tengamos un sueño más profundo, y no oigamos el despertador.

Otra causa común es no dormir según nuestro cronotipo. Se llama así a un horario de sueño que determina nuestra genética.

Hay personas que su genética dicta que deben irse pronto a dormir para levantarse pronto por la mañana, mientras que otras se sienten mejor cuando se van a dormir tarde, y se levantan más tarde.

¿Tienes problemas para dormir? Si la respuesta es afirmativa, prueba a tomar estos alimentos y bebidas antes de acostarte, te ayudarán a  dormir mejor y descansar.

Si estamos forzando a nuestro cuerpo fuera de nuestro cronotipo descansamos peor incluso aunque durmamos 8 horas, y eso puede provocar dificultades para despertarnos.

Existen también causas circunstanciales: el estrés, la ansiedad, la mala alimentación, el no tener un horario fijo para dormir, afectan a la calidad del sueño.

Otra causa importante es la depresión. De hecho es uno de sus síntomas: las personas depresivas muchas veces no oyen el despertador, o no tienen fuerzas para levantarse.

Por último, existen causas como los transtornos del sueño: apnea, el síndrome de las piernas inquietas, o el sonambulismo.

¿Y qué podemos hacer para solucionarlo? Los expertos aconsejan mejorar la alimentación, irse a dormir siempre a la misma hora, no usar pantallas una hora antes de acostarse, hacer ejercicio, e intentar reducir el estrés y la ansiedad.

También es un buen truco cambiar el tono de la alarma, o ponerla fuera del alcance de la mano, para obligarnos a levantarnos si la queremos apagar.

Con suerte será un transtorno temporal, pero si persiste, es el momento de visitar a un especialista.