Para mantenerlas en perfecto estado y alargar al máximo su vida útil, las toallas de la paya necesitan unos cuidados especiales. Presta atención a estos trucos para lavarlas, eliminar la arena y hacer que duren más tiempo como nuevas.

Poco se habla de las condiciones tan adversas que tiene que afrontar una toalla de playa. Su tejido tiene que soportar horas y horas de sol, grandes dosis de humedad y sal, montañas de arena y contacto constante con cremas solares. 

Estos ingredientes resultan bastante perjudiciales para los tejidos, por lo que es muy importante  elegir toallas de playa de buena calidad y no descuidar su mantenimiento. De esta forma conseguirás que duren el máximo tiempo posible en las mejores condiciones.

Pero, ¿cómo hay que lavar las toallas de playa de la manera adecuada? ¿Qué podemos hacer para extender su vida útil? Si te haces estas preguntas, presta atención porque te vamos a contar todo lo que necesitas saber. 

Los primeros consejos para cuidar tu toalla se aplican en la playa, antes de llegar a la lavadora. Es importante sacudirla muy bien para eliminar la acumulación de arena y secarla al sol por completo antes de guardarla. De esta forma, los rayos ultravioleta matarán las bacterias que se hayan podido formar a causa de la humedad del agua y el sudor.

Antes de entrar en casa vuelve a sacudir la toalla con firmeza para eliminar la mayor cantidad posible de arena. Después, introdúcela en la lavadora con otras prendas de colores similares y realiza un lavado en frío. 

«Lavar con agua fría hace que sea menos probable que la arena se incruste en las fibras de la toalla, lo que ayuda a evitar que el tejido encoja y mantiene el color más brillante durante más tiempo», afirma la experta en lavandería Kathryn Emery.

Cuando laves la toalla de la playa en la lavadora utiliza solo detergente, a ser posible la cantidad mínima recomendada por el fabricante, y no añadas suavizante. Los dos productos pueden dejar un residuo ceroso en la tela que reduce la absorbencia y la suavidad. Tras el lavado, deja que seque al aire con normalidad. 

Ten presente que no es necesario lavar las toallas de playa después de cada uso. Para mantenerlas libres de gérmenes basta con lavarlas cada tres usos. No obstante, si ves que está sucia o huele mal, lávala.