La muerte del añorado Stephen Hawking, una de las mentes más brillantes de nuestro tiempo y una de las personas más queridas del planeta, rompió el corazón de millones de personas el pasado mes de marzo, para las que Hawking era una verdadera fuente de inspiración.

Tres meses después, hoy viernes se llevará a cabo en la Abadía de Westminster, con todos los honores, el funeral de Stephen Hawking.

El homenaje va a estar lleno de momentos inolvidables, pero el más emocionante de todos quizá sea cuando la voz robótica de Hawking, acompañada de música de Vangelis, será proyectada hacia el agujero negro más próximo a la Tierra, el 1A 0620-00, por la Agencia Espacial Europea.

«Es un mensaje de paz y esperanza, sobre la unidad y la necesidad de vivir juntos en armonía en este planeta«, ha explicado su hija, Lucy Hawking.

Las cenizas de Stephen Hawking serán enterradas en el cementerio de la Abadía de Westminster, entre las tumbas de otros dos ilustres genios británicos, Isaac Newton y Charles Darwin.

Junto a los familiares invitados, en la ceremomia participarán también mil personas de más de cien países elegidas por sorteo entre los más de 25.000 fans que se apuntaron para participar en el homenaje. Al más puro estilo Hawking, los invitados debían indicar el año de nacimiento, hasta el año 2038. Un guiño a los viajeros en el tiempo…

También asistirán al funeral de Stephen Hawking varios jóvenes con su misma enfermedad, que usan el mismo sintetizador de voz para hablar. Como Rose Brown, que a los 20 años fue atropellada por un conductor borracho. Gracias al ejemplo de Hawking, Rose no ha abandonado su sueño de ser actriz.

La Teoría del Todo, ¿aún no has visto el biopic de Hawking?

Los invitados serán recibidos por voluntarios de los Juegos Paralímpicos Londres 2012, en donde el propio Hawking participó. Asistirán ilustres personajes, desde el astronauta Tim Peake hasta el astrónomo real (sí, existe), Martin Rees, o el actor Benedict Cumberbatch, que interpretó a Hawking en un telefilme.

Descanse en paz, profesor Hawking. En un mundo necesitado de referentes éticos, morales y científicos, se nos ha ido el más importante.