La ciberdelincuencia es uno de los grandes problemas a los que se enfrenta el mundo actualmente, pero sobre todo las empresas y los gobiernos que son los principales blancos de los piratas informáticos. Tanto han crecido los ataques que en 2018 la economía mundial perdió más de 45 mil millones de dólares por su culpa.
Un estudio ha señalado esta cifra como la consecuencia directa de una año lleno de ataques tecnológicos en los que primó el ransomware como forma de robar a las grandes empresas, además de otros sistemas.
La Alianza Internet Society’s Online Trust se ha dedicado a recopilar datos de Estados Unidos y a nivel internacional para determinar que durante 2018 se produjeron dos millones de ataques de piratas informáticos.
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Además del ransomware, las perdidas también se debieron al robo de datos personales y credenciales por correo electrónico, con las que han conseguido acceso a cuentas bancarias y documentos confidenciales. Pero también se pueden incluir en esta lista el cryptojaking.
En este tipo de ataques los ciberdelincuentes consiguen hackear un ordenador ajeno y minar cryptomonedas, generando bitcoins y demás monedas virtuales sin la necesidad de adquirir el equipo ni pagar las facturas de electricidad que suponen el minado de criptodivisas.
Los atacantes se están volviendo cada vez más sofisticados, al igual que los sistemas de seguridad, pero acaban dando con la manera de esquivarlos. Uno de los principales problemas que tienen tanto las compañías como los gobiernos son sus empleados. Resulta mucho más sencillo engañar a una persona que a un sistema encriptado.
Las estafas por correo electrónico es el método más habitual de phishing por el cual los delincuentes consiguen los datos necesarios para introducirse en las cuentas bancarias de las víctimas o los documentos privados de las empresas. En concreto el phishing ha generado unas pérdidas de 1,3 mil millones de dólares en 2018.
Aun así, la alianza asegura que estás cifras son conservadoras y seguramente la realidad sea mucho peor, ya que muchos de los robos que se producen no se terminan denunciando.